MISIÓN CULTURAL 2018 de MANBLAS cerró su periplo en
ONG MANBLAS
ONG MANBLAS
19 jun 2025
MISIÓN CULTURAL 2018 de MANBLAS cerró su periplo en
14 may 2025
ARTE DESDE LA PATAGONIA ARGENTINA la MISIÓN CULTURAL 2018
27 abr 2022
MB 46 FOLKLORE ANDINO-PATAGÓNICO: LA CUECA DEL NORTE DEL NEUQUEN (2a y Última Nota)
FOLKLORE ANDINO-PATAGÓNICO: LA CUECA DEL NORTE DEL NEUQUEN
(2a y Última Nota)
Pacho Nazar
Movimiento de Articulación No colonialista de Bases
LAtinoamericanas Sociales (MANBLAS)
La Cuna Andino-Pattagónica
Tras la ocupación militar
violenta de la Región PUEL MAPU1 de la Nación MAPUCE, al Sur de los Ríos
Barrancas-Colorado, por el Estado Argentino bajo la Presidencia de Avellaneda,,
aquella cueca advenida comenzó a oírse a la sombra de las enramadas de los
puestos campesinos. Familias trasandinas
se asentaban gradualmente sobre las laderas cordilleranas orientales. A ninguna
le faltaba guitarra para entonar aquel ritmo que sus ancestros cantaban y
bailaban al Sur del Río Bío Bío. Así como se sembraba trigo al occidente de los
Andes, se trasladó la cultura agrícola al oriente. Si allí crecían los granos
bebiendo las lluvias occidentales, en los nuevos asentamientos nor-patagónicos
debían lograrse con agua regada cisandina. Para llevar el agua necesaria se
abrían canales entre roquedales, a pico y pala no más, desde los encajonados
arroyos montañosos de la Cordillera del Viento.
Un Par Cultural: el Trigo y la Música
Estamos en las postrimerías del XIX y los albores del XX, en
la Patagonia Norte. La Región Pampeana argentina, productora mayúscula de
cereales, quedaba mucho más distante que las tierras chilenas, donde el trigo
cultivado en los campos andinos
abastecía de harina. Por otro lado, la oligarquía terrateniente pampeana
exportaba a Europa, con preferencia a una región interna, recientemente
invadida, con escasa población de consumo. La tradición trasandina pasó las
quebradas transitables de los Andes, con los contingentes portadores, con sus
haciendas, con sus simientes trigueras, con sus guitarras y sus cantoras.
El grano, cosechado a mano blandiendo una hoz, se trillaba
con los cascos de caballos. Los animales se ataban al extremo de un palo de
madera, que en su otro extremo quedaba amarrado a un poste clavado en el centro
de la circunferencia que recorrían mientras pisaban los granos.
La Fiesta de la Trilla
A uno y otro lado de los Andes Nor-patagónicos, el vecino
campesino es un amigo, que comparte solidaria y recíprocamente las faenas. A
fines de 2002, participé del cruce de un arreo de caprinos a través del Arroyo
Molulco, tributario del Río Curileuvu, a su vez afluente del Río Neuquen en su
cuenca superior. Los chivos, a diferencia de vacunos, no atraviesan los cursos
de agua. Deben ser alzados, a caballo o al hombro y depositados en la margen
opuesta. Ese trabajo es vecinal. Es tradición que los que colaboran en una
actividad de un comarcano, serán ayudados oportunamente por la familia del que
asistieron. En la trilla del Norte Neuquino fue siempre tradicional el
vecinalismo campesino. Y la celebración a su fin sumaba al paisanaje
circundante. Del mismo puesto de campo, en que se trilló el trigo o de los
cercanos, llegaba una guitarra del brazo de su portadora: una Cantora del Norte
Neuquino.
Un Ícono Regional: la Cantora
Tal vez en otras regiones del globo existan expresiones
folklóricas con protagonismo femenino. En este rincón del Continente Americano,
mujeres campesinas de alta montaña, han tomado guitarras existentes en sus
puestos, heredadas de abuelas trasandinas y, sin academias ni escolaridad
musical alguna, rasguearon desde niñas sus encordados. En 2021, entre Chos
Malal y Huinganco, ciudades del Noroeste Provincial, exploré personalmente la
manifestación de esta danza. A partir de mi visita, la Folklorista chosmalense
Rosa Benítez tuvo la gentileza de organizar un Seminario-Taller específico de
cueca regional. Acudimos a Chos Malal, una amiga, un amigo, ambos capitalinos
de Neuquen y yo, participando de una magistral demostración de aquel folklore
típico a cargo de paisanas y paisanos nacidos en aquellas faldas agrestes de la
Cordillera del Viento. Allí nos deleitó la Cantora Carmelina Martínez, quien se
había iniciado lanzando sus primeros sones al viento montañoso, en su casa
natal a escondidas de su madre.
Endemismo Musical
Literariamente, he acudido a un vocablo de las Ciencias
Biológica y Ecológica, para aplicar un concepto de las mismas a un verdadero
fenómeno cultural regional. Un Endemismo es una población vegetal o animal, que
habita una zona geográfica limitada, fuera de la cual ningún ejemplar de ella
se encuentra. Análogamente, la Cueca Nor-neuquina existe solamente en el ámbito
territorial entre la Cordillera de los Andes y la Cordillera del Viento y, al
Este de esta última, en los valles cercanos a sus laderas orientales: entornos
rurales de Barrancas, Buta Ranquil, Tricao Malal y Chos Malal.
Ajeno a las Academias
Si todo género musical es nacido y criado en los estratos
más populares de una sociedad, ello ha sido tal cual en la historia y el presente
de esta música. Una métrica propia. Cantidad de compases o tiempos musicales,
específica. Coreografía única. Solamente mujeres cantoras de aquellos rincones
nor-patagónicos las entonan. Todas las han aprendido “de oído”, de los patios
festivos de reuniones familiares, de las cocinas en que el aroma de las
empanadas enlazaban al vuelo las corcheas cantadas, de las alegres trillas
montanas. La Cantora tiene su trabajo formal. O informal. Tiene herederas que
perpetuarán el género.
Huinganco, noviembre 2021
MB 45 FOLKLORE ANDINO-PATAGÓNICO: LA CUECA DEL NORTE DEL NEUQUEN
FOLKLORE ANDINO-PATAGÓNICO: LA CUECA DEL NORTE DEL NEUQUEN
Pacho Nazar
Movimiento de Articulación No colonialista de Bases
LAtinoamericanas Sociales (MANBLAS)
Para este Continente tan extenso como enriquecido de
vertientes sociales, que lo componen en su variada y especial demografía,
refiero que la Provincia del Neuquen es un Estado mediterráneo en el extremo
septentrional de la inmensa y despoblada Patagonia Argentina. La despobló el
Ejército Argentino en el cuarto final del siglo XIX, cuando diezmó a los
Pueblos Originarios MAPUCE, TEWELCE y AÓNI KENK, bajo la Presidencia del
jurisconsulto Nicolás Avellaneda1 y de sus sucesores, no menos genocidas.
Provincia limítrofe con el Estado patagónico de Río Negro, con la Región de Cuyo Argentina y con la
República de Chile. De la dinámica socio-cultural gestada entre aquellas raíces
Originarias, las raíces criollas, las coloniales y las post invasoras, se dio
el parto de esta expresión folklórica particular, nacimiento netamente
campesino, enclavado entre la Cordillera del Viento y la Cordillera de los
Andes, típicamente montañoso, entre coironales y trasparentes arroyos
cantarinos.
La Usurpación Hispánica
Las huestes voraces de metales preciosos, al mando de
Francisco Pizarro, desembarcaron en Tunja, por entonces Gran Nación Incaica,
actual Perú septentrional. Encontraron a la suprema autoridad del extenso
Tahuantinsuyu, Atahualpa, en las afueras de Cajamarca. Siendo invasores, lo
hicieron prisionero en la misma Capital de aquel Estado Originario, encarcelándolo
en lo que se conoce actualmente como “El Cuarto del Rescate”. Esta sola
abominable vileza ha sido suficiente para desechar el eufemismo de “Encuentro
de Dos Mundos”, que tristemente se sigue propagando.
El Epicentro Limeño
Tras incautar una fortuna fabulosa de oro y plata de altos
quilates, acumuladas en aquel “Cuarto”, los forajidos foráneos asesinaron al
Último Inca de aquella Nación, la Originaria más extensa del Nuevo Mundo, en su
Capital Cajamarca. Esta gran tragedia, inaugural de innumerables repeticiones
posteriores, ocurrió en 1532. Tres años después fundaron Lima, que la Corona
instituyó cabecera del Virreinato del Perú.
Allí apareció, durante la colonia, la ‘zama cueca’. Esta
música-danza se difundió en todo el dominio colonial hispano, incluyendo más de
la mitad de América del Norte2. Hacia el Sur, atravesando la Capitanía General
de Chile, alcanzó la frontera de la Colonia hispana con la Gran Nación MAPUCE,
al occidente de los Andes.
Monumento Peruano a la Zama Cueca
El autor de esta Nota conoció la localidad de Ayacucho,
sobre los Andes Peruanos australes, en 2016: frente a su Terminal de Ómnibus el
viajero encuentra un monumento en bronce representando a una pareja de baile,
que agitan pañuelos al danzar una ‘zama cueca’.
Mencionando a aquella ciudad, refiero un detalle ilustrativo
de la historia emancipadora de nuestra Patria Grande. Distante algunas decenas de kilómetros, tuvo
lugar en el Paraje Pampa de Quinua el momento culminante de aquella etapa
independentista: la Batalla de Ayacucho, en 1824
Así mismo, hay otro punto ilustrativo, entre esa Pampa y la
localidad: el sitio arqueológico WARI, asentamiento urbano de aquel Pueblo
Originario pre-incaico, habitante entre los siglos VII y XIII DC. Hacia el fin
de ese largo período fueron aculturados por los INCA. Al momento de mi
exploración arqueológica, aquel sitio se hallaba bajo estudio científico en
curso.
El Cruce de los Andes
Al Sur del Río Bío Bío y desde el Océano Pacífico al
Atlántico, habitaba el Pueblo MAPUCE, desde el siglo IX AC3. Los pasos
cordilleranos eran transitados regularmente hacia uno y otro lado. El mismo
intercambio de mercancías y haciendas, entre ambos flancos de los Andes,
condujo la zama cueca desde los poblados coloniales de la Capitanía a los
valles inter montanos del Sur del Río Barrancas4. A
través del tiempo y en ese tránsito consuetudinario, la denominación “zama”
desapareció, para nombrarse solamente cueca. Análogamente, en su ingreso por el
Noroeste Argentino, la “zama” evolucionó a “zamba”, sin el aditamento original:
desde entonces es zamba en todo el actual territorio argentino.
Huinganco, octubre 2021
MB 44 MARACATÚ, MURGA: ARTES CALLEJEROS AFRO-HEREDADOS (2a Nota y Última)
MARACATÚ, MURGA: ARTES CALLEJEROS AFRO-HEREDADOS (2a Nota y Última)
Pacho Nazar
Los ritmos africanos se fusionaron en el Nuevo Mundo, a
través de los esclavos introducidos, con tradiciones ancestrales Originarias
sudamericanas a lo largo de las centurias de dominación colonial. En cada
rincón del Continente, de aquel proceso lento interactivo, surgieron
expresiones musicales y danzantes que se tornaron típicas de cada región.
De ‘Nazare da Mata’
Casi en el centro geográfico del actual Estado nordestino de
Pernambuco, Brasil, núcleo agrícola cañero de la antigua colonia portuguesa, se
gestó la expresión folklórica hoy conocida como Maracatú. En Nazareth de la
Selva, traducción castellana del nombre de aquel pueblo pernambucano, epicentro
de la gestación, tomaron forma expresiva ritos impulsados por los fazendeiros.
A partir de la imagen de un Reino europeo, aquellos hacendados inculcaron una
“réplica”, para dominación de sus esclavos. Éstos tomaron la conformación
propuesta de una Corte palaciega, con su Dama de Palacio, su Reina, su Rey,
estructura central del conjunto músico-danzante, al que acompañan bailarinas y
músicos. De Pernambuco se irradió a todo Brasil. La manifestación culminante
anual se da en los Carnavales, aunque hay instancias menores fuera de ellos.
De la Cuenca Inferior del Plata
Difuso entre la Banda Oriental del Uruguay, los suburbios de
Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires, está el origen geográfico de
la Murga. La esclavitud en la colonia hispana se expresaba sin referencias a
estereotipos sociales ni ritos espiritistas del Continente Negro. La expresión
era la danza desatada por percusión, danza manifiesta del ansia de liberación
de la opresión laboral. La esclavitud liberada se visualizaba por la
indumentaria elegante de sus antiguos explotadores, ridiculizada mediante
colores y adornos extremadamente opuestos a la repudiada y abolida sobriedad. La pintura de
rostros, con variados
colores, es una expresión visual de la burla a los antiguos amos. En sus
comienzos, enclaustrada casi clandestina. Con el tiempo, ganó las calles.
Desde aquella región, alcanzó todos los rincones del país,
adoptando ciertas particularidades zonales o locales. La Murga sale a exhibirse
en toda época del año.
La Corte Simbólica
Este Arte Callejero pernambucano se conoce como Maracatú
Nación o de Golpe Girado. Ha sido la primera conformación del Maracatú, la que
ganó las calles e invadió los carnavales brasileños. Más tardío y recluido a la
zona de Nazareth de la Selva, se gestó el Maracatú Rural o de Golpe Suelto. La
Corte imaginaria comienza desfilando con el Porta Estandarte, un personaje
masculino, con indumentaria de rey francés, que exhibe el nombre de la Nación1
Maracatú que se trata, con su año de creación. Le sigue la Dama de Palacio
portando la ‘calunga’ (pequeña muñeca negra) mientras baila. A continuación, la
pareja de Duque-Duquesa, Rey y Reina, protegidos estos últimos del sol intenso
del trópico por un parasol sostenido por un Esclavo. Las ‘baianas’, a continuación, danzan coreografías
artísticamente elaboradas. El conjunto “cortesano” canta canciones, también de
propia elaboración. La indumentaria destella por fuerte colorido, por prendas
de volúmenes exagerados, por ornamentos diversos extravagantes. A similitud del Arte Murguero, esa
deliberada deformación de la sobriedad cortesana, bastardea sin ambigüedades el
estereotipo de la dominación ‘fazendeira’.
El Arte Murguero Patagónico
A través de su misma evolución, se conformó una Murga
Uruguaya y en Argentina surgieron modalidades regionales. Cada Murga tiene un nombre y adopta colores
característicos, que los exhibe en su vestimenta típica. En sus presentaciones
públicas, una Murga patagónica suele ingresar a escenario con una Entrada, a la
que sigue un Recitado y una Coreografía danzada, también elaborada
cuidadosamente. En medio de ésta, se expone una Crítica a la Historia Oficial2
o a la realidad presente, que constituye una denuncia social desde el Arte
Independiente. Una ‘Matanza’3 de Bombos despliega una melodía de percusión
ensayada. Una ‘Matanza de Bailarines’ da
rienda suelta a la danza improvisada de las/os mismas/os. Para envolver al
público asistente en el aire arrebatador y liberador de aquella esencia afro,
la Murga lo invita a bailar con ella, lo que desata una alegría contagiosa,
culminante en la ‘Matanza General’. La Retirada es la despedida de la Murga del
público asistente, cantada por sus integrantes siempre a ritmo de percusión,
mientras van desapareciendo del escenario. Los Músicos ejecutan también sus
guitarras y sus instrumentos de viento. Puede incluirse una Banderillera, que
surca el aire con rápidos giros de banderines.
La Esencia Ridiculizante
Antes o después. A comienzos del siglo XIX en las Provincias
Unidas del Río de la Plata o en sus postrimerías en el Nordeste Brasileño, la
era esclavista tocó su fin. Y el ser humano oprimido por centurias pasó a
bastardear al antiguo opresor de la manera más expuesta y más llamativa
posible: con atuendos, con pinturas, poniéndolo en ridículo.
Recife, abril 2021
MB 43 MARACATÚ, MURGA: ARTE CALLEJERO AFRO-HEREDADO (1a Nota)
MARACATÚ, MURGA: ARTE CALLEJERO AFRO-HEREDADO (1a Nota)
Pacho Nazar
Los imperios usurpadores del Nuevo Mundo, Portugal y
Castilla, fracasaron durante el siglo XVI en su pretensión de sujetar las
poblaciones Originarias a los trabajos forzados en la agricultura y en la
minería, que el Mercantilismo expansivo o casi explosivo, del Viejo Mundo les
imponía. Los alzamientos armados indígenas contra las levas de los blancos
invasores obstaculizaban aquel propósito. Las limitaciones, determinadas por
las denuncias y las acciones “regresivas”1 de religiosos sobre las atrocidades
perpetradas en pos del mismo fin, aumentaban las dificultades pro sometimiento.
Y la sustracción de Originarios de la voracidad de encomenderos y fazendeiros,
mediante las reducciones de la Compañía de Jesús2, obligaron a las Coronas a
comerciar contingentes africanos para introducirlos como mano de obra esclava,
bajo las más viles condiciones de vida. A la par del destierro forzado
definitivo, entraron al Continente las tradiciones, los ritmos y los
instrumentos étnicos negros.
Fusión en Pernambuco
La gente “de color” introducida, el estrato social más bajo,
interactuó con el que venía diezmado y marginado desde que el navegante
portugués Pedro ÁLVARES CABRAL invadió en 1500 la costa nordestina3,
inaugurando la dominación de su Corona sobre esa tierra. La agricultura de la
caña de azúcar esclavizó mano de obra africana. Cortos tiempos de descanso
permitían el batir de parches. Y a su son, por momentos se liberaban los
cuerpos de la opresión fazendeira, para remontar con la danza ancestral a
aquella vida libre abandonada por violencia colonialista al otro lado del Atlántico.
Los Originarios participaron. Aportaron coloridos
ornamentos, vistosos, destacados hasta la extravagancia. Danzaron al compás de
la percusión. Nació la lenta y progresiva fusión afro-nordestina brasileña.
El Caso Rioplatense
Los contingentes africanos llegados al Río de la Plata
padecieron tres siglos y medio de opresión, al igual que el resto del
Continente. Hasta que al tercer año de régimen independizado, la convención de
representantes de las Provincias Unidas del Sud, conocida como Asamblea del Año
XIII (1813), decretó la “libertad de vientres”4. Sobrevivieron medio siglo: en
1865 el Presidente pro-británico Bartolomé MITRE y su Ministro de Guerra
Domingo F. SARMIENTO ordenaron la leva forzada, engrillando a los negados, de
cuanto afro-descendiente se encontrase en el territorio nacional, para
exponerlo como ”carne de cañón” en los frentes de batalla de la traición más
grande a una ex Provincia del Río de la Plata: la Guerra de la Triple Alianza
(1865-1870), orquestada desde el centro imperial londinense, para destruir, con
la concurrencia del imperio del Brasil y la República del Uruguay, a la Nación
más próspera de América en su época: el Paraguay.
Expresiones Perdurables
El cruel racismo mitrista/sarmientino logró la eliminación
física de la afro-descendencia5 en la República Argentina. Mas el aporte
cultural del Continente Negro ya se había fusionado, en los siglos anteriores,
con expresiones rítmicas propias de un poblamiento paulatino de los suburbios
del Plata y de su afluente el Río Paraná, con inmigrantes internos campesinos y
con generaciones de criollos residentes. A fines de la dominación hispánica en
el siglo XVIII ya existían manifestaciones musicales y danzantes, con ritmos de
percusión afro, por lo común recluidas a recintos cerrados por la persecución
de las autoridades. Durante el Gobierno de Juan M. de ROSAS (1830-1852), los
sectores sociales bajos expresaban públicamente su apoyo desfilando, con pasos
danzados, al son de instrumentos afro heredados batidos por percusionistas. Era
la aparición en la sociedad de un Arte Callejero.
Recife, marzo 2021
18 sept 2016
MB 42 CIUDADANOS POR SU IDENTIDAD: EL PARQUE CENTRAL DE NEUQUÉN (4ª Y ÚLTIMA NOTA)
Movilización popular por el rescate de su identidad
(Patagonia
Norte, Argentina)
Pacho Nazar.
Las bases
populares de la Capital provincial ya habían protagonizado dos “puebladas”(1):
el aniquilamiento de un plan devastador de su pasado (Plan Área Centro-PAC) y
el rescate de la voracidad municipal de un Monumento Histórico emblemático, el
Anfiteatro (2): obra reciclada de la antigua Colonia Ferroviaria. No fueron los
únicos embates anticulturales: el agresor municipal mantenía su saña en
potencia, que sería descargada ese mismo año 2012 y en el 2016.
Segundo Ataque al Anfiteatro
Cual un
siniestro plan de agresión anti-histórica, a un mes de la culminación de limpieza
de escombros por parte del Colectivo Auto-convocado de Vecinos y Artistas
(CAVA), el mismo “ideólogo de la destrucción” movilizó maquinaria y empleados
municipales, costeados por la ciudadanía capitalina, para sepultar una vez mas
el espacio artístico, con la pretensión que fuese definitiva la sepultura de su
pasado. Yo me encontraba de gira cultural sudamericana, más precisamente en los
días del segundo estrago en San Miguel de Tucumán, Noroeste Argentino (NOA),
cuando me conmovió la infausta noticia. Aquel Colectivo no fue menos impactado.
Las Bases Sociales en Acción
Los bombos
salieron a la calle, nuevamente tronando. Y al batir de sus parches saltaron
los bailarines de murgas y marcharon a su compás las batucadas. Sobre los
montículos de escombros, torpe imagen del salvajismo institucional, el aire se
cargó de sones de picos, palas y barretas, rechinando al golpearlos para
convertirlos en polvo de resurrección.
Las pavas,
los mates, las cacerolas, los pucheros humeantes de verduras donadas, calentaron
los cuerpos incansables, como la primera vez del atropello municipal.
La segunda
exhumación tuvo lugar. De los brazos del Arte y de la Solidaridad citadina.
Cual gloria de una lucha popular, en coincidencia con el Aniversario del Día
del Libertador Gral. José de SAN MARTÍN, el 17 de agosto de 2012 las manos
artísticas removieron la última piedra del Anfiteatro. La Tercera “Pueblada”,
desde aquella lejana conquista para la Historia y la Cultura del año 1987, del
Parque Central, estaba consumada.
El Felino Ingresó a la Historia
En el
intervalo de meses entre las dos torpezas anti-culturales, el organismo parlamentario
municipal instituyó un espacio participativo en su seno mediante una Banca del
Vecino: un escaño abierto a ciudadanos no encuadrados en organizaciones
partidocráticas, de acceso directo, con voz y sin voto. Allí acudió el CAVA, a
casi un año (julio 2013) de la segunda inhumación, para promover la
oficialización del nombre GATO NEGRO; lo que logró un año después (3), consagrando
a aquel inesperado sobreviviente como emblema de la resistencia popular a los
atropellos institucionales.
Una Mácula Más
Impune de los
atentados anteriores, la deficiente administración interna del organismo bajo
su cargo acarreó al devastador la mancha más destacada de sus cuatro mandatos y
una tragedia ciudadana, tal vez la más grande de sus ciento ocho años (a esa
fecha): la muerte de ocho desprevenidos clientes de la firma Cooperativa Obrera
y más de una veintena de heridos, por derrumbe de una edificación no aprobada.
Niñas/os y Adolescentes en vísperas de sus viajes de estudios de graduación,
están incluidos en las víctimas del estrago doloso.
Escapa a esta
Nota la atrocidad judicial, que acompañó a los deudos, por la que NO hubo
responsables condenados. El órgano de control parlamentario de la
Municipalidad, poniéndose a nivel o superando aquella barbarie, ni si quiera acudió
al resorte estatutario del juicio político.
Culminación de Negligencias
Quizás el
atentado MÁXIMO contra el patrimonio histórico de la Capital Provincial haya sido
el retiro de la guardia de seguridad de la Torre de Talero y su consecuente
agresión vandálica, en octubre de 2016, durante su cuarto y último mandato. El
colombiano bogotano Eduardo TALERO NÚÑEZ se había exiliado en la Patagonia
Norte tras un fallido golpe liberal (4) contra el gobierno conservador clerical
de aquel país. Hombre de letras y político, fue Ministro de Gobierno
territoriano. El incendio, que permitió el detractor cultural, degradó sin
retorno aquel Monumento Histórico.
Neuquen,
enero 2021.
2 -A la fecha
de aquel salvataje popular, el Anfiteatro no tenía nombre, ya que recientemente
y de manera inesperada había sobrevivido de la barbarie el felino, que con el
correr del tiempo se convirtió en símbolo dando denominación a aquel Monumento
Histórico.
3- Aprobación
de la Ordenanza Municipal correspondiente, por el Concejo Deliberante de la
Ciudad de Neuquén, el 3 de julio de 2014.
4 -El
Liberalismo de la segunda mitad del siglo XIX fue la corriente
ideológico-política alternativa y superadora de la ideología reaccionaria a los
cambios sociales, marcada de prejuicios, identificada con la injerencia de la
Iglesia en el Estado, que representó el Conservadorismo. En algunos países de
A. Latina, caso de Paraguay, el Liberalismo aun expresa en los siglos XX y XXI
aquella alternativa.
16 sept 2016
MB 41 CIUDADANOS POR SU IDENTIDAD: EL PARQUE CENTRAL DE NEUQUÉN. (3ª NOTA)
(Patagonia Norte, Argentina)
Pacho Nazar
Aquella
organización de segundo grado del Vecinalismo capitalino, la Federación de
Juntas Vecinales de la Ciudad de
Neuquén,
conformada a mediados de la década de los ‘80, con las fuerzas sumadas de los
veintisiete barrios, fue la que pudo liderar la resistencia ciudadana al
atropello inmobiliario, aliado a intereses dentro del Gobierno Provincial y del
Gobierno Municipal. Fue la que pudo aglutinar aquella repulsión subyacente en
la población local, que otras organizaciones civiles intentaban expresar. El conjunto
de las bases sociales movilizadas abatió el negociado mercantilista. Salvó de
sus garras depredadoras los emblemas arraigados de la Historia y de la Cultura
de un pueblo: el
Galpón de
Máquinas, donde dormían las locomotoras; el Tanque de Agua que saciaba la sed
de ellas; el dispositivo de inversión del sentido de marcha, que giraba
aquellas máquinas, gigantescas para las visiones infantiles de la Colonia
Ferroviaria;
el par de viviendas(1), sobreviviente de las topadoras mandadas por el
Gobernador de turno y las veinte hectáreas para el solaz de la población en el
mismo centro neurálgico de la Capital.
Embate contra la Cultura
Aquel
círculo, que todas las Playas de Maniobras ferroviarias del país tienen para que
giren, las locomotoras, cual inmensos títeres movidos por mágicos hilos
invisibles, fue reciclado con construcción de grandes escalones de cemento.
Por donde
ingresaban las locomotoras, el antiguo círculo quedó sin cerrar, de modo que el
resto, con las gradas construidas, se adecuó como Anfiteatro: allí tenían lugar
recitales, obras teatrales, actos culturales varios, durante dos docenas de
años.
Un mandatario
asentado en el Palacio Municipal, a meses de su tercer mandato, arreció contra
aquella realidad de música, teatro y poesía: un domingo de fines de abril de
2012, cual resaca de un sábado mal trasnochado, movilizó maquinarias viales y
obreros, costeados por el pueblo capitalino, sepultando con tierra, escombros y
saña, aquella sede cultural al aire libre.
Turbios Antecedentes
Durante el
primer gobierno del mismo destructor, el 14 de junio de 2003 había desaparecido
de un local bailable capitalino el estudiante de Ciencias Económicas Sergio
ÁVALOS. Aquel espacio empleaba personal retirado de las FFAA para seguridad
interna, sin contratación formal y sin autorización municipal para ello. Los
testimonios de las amistades del estudiante señalaron a ese personal “en negro”
como autor material. Esos jóvenes y sus familiares fueron amenazados
anónimamente hasta desalentarlos de continuar; algunos fueron imputados de
insania mental, con el propósito de invalidar sus declaraciones. La Justicia
institucional operó de la forma más evasiva posible. Las llamas de un incendio
muy llamativo en el Tribunal de Faltas Municipal, donde se procesaba la
irregularidad del personal, convirtieron en humo y cenizas el expediente
correspondiente. El agresor de la Cultura, responsable penal de estos delitos,
nunca tuvo juicio político, ni aun en sus tres mandatos posteriores.
Más Turbiedad Anti-Histórica
Semanas antes
de la barbarie sobre el Anfiteatro del Parque Central, el mismo mandatario
destructor ordenó remover obras alegóricas de la Historia Ciudadana creadas por
el Escultor Jorge MICHELOTTI. En el piso de una ancha vereda del Parque, los
transeúntes a su paso visualizaban las piezas cerámicas de su producción, que
referían nombres de los primeros docentes, profesionales, comerciantes, de la
novel Capital del Territorio Nacional del Neuquén de principios del siglo XX.
Otra escultura del mismo rememoraba el punto inicial de aquella Colonia Ferroviaria,
que había dado vida a la pequeña población de aquellos años.
El Pueblo al Rescate
Aquel domingo
de abril, aciago, sacudió a la población capitalina. El lunes inmediato sonaban
las primeras palas, picos y barretas, contra los escombros: los movían jóvenes
brazos, cuyas manos habían extraído sones musicales de los más variados
instrumentos, allí mismo, hasta pocos días antes. La sonoridad, entonces, arrancaba
de repentinos grupúsculos de batucadas y murgas, en torno a la periferia de los
escombros en remoción, que enervaba la efervescencia de la multitud rescatista.
Las fogatas para calentar pavas, ollas y cuerpos, arrojaban a la par luz
esperanzadora para los artistas movilizados impetuosamente. Pero no eran
solamente inertes bloques los extraídos; algo con vida estaba sobreviviendo y
hasta emitía su inconfundible sonido: un GATO de pelaje NEGRO fue alzado por
dos manos laboriosas. Asombró su supervivencia. Fue fotografiado y desde
entonces se convertiría en símbolo de la lucha pueblerina por su Historia.
El Alma de un Vecinalista Acompañando
Mientras las
piquetas golpeaban cada vez con más fuerza y las llamas de la esperanza se
renovaban continuamente, al otro lado de las vías ferroviarias los ex
militantes de la Federación de Juntas Vecinales de la Ciudad de Neuquén, autoconvocados,
rendían homenaje a su carismático líder el “Turco” Ramón Antonio JURE, que
había dejado su existencia terrenal seis meses atrás y, sin imaginarlo, en
forma invisible, estaba insuflando fuerzas a los protagonistas de una
“pueblada”, suerte de heredera de las resistencias vecinalistas de los ‘80 del
siglo XX.
Neuquén,
octubre de 2020
(1) Único par existente de la ex Colonia Ferroviaria, reciclado y convertido en Museo Paraje Confluencia, en la calle Independencia en su intersección con la Diagonal 25 de Mayo, de la Ciudad de Neuquén.