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MANBLAS Nº 28-Documento de los Cimientos Culturales
EL
BENI: DIVERSIDAD CULTURAL Y BIÓTICA DE LA AMAZONIA BOLIVIANA (II)
El
imperio español había impuesto su lengua y su religión, no sin
crueldad ni sin libertad de cultos, pero en el Beni se conservan
intactas culturas originarias, con sus idiomas propios. En la vigente
diversidad etno-lingüística de Bolivia se emplea material didáctico
en los establecimientos educativos, que perpetúan las ancestrales
lenguas paralelamente al castellano.
“Por
el Territorio y la Dignidad”
Así
titulaba la pancarta, que encabezaba la Primera
Marcha “de
los Pueblos Indígenas del Beni”
(rezaba el siguiente renglón), realizada en 1990:
a la fecha se han alcanzado nueve
travesías análogas. Reclamaban por el reconocimiento de sus tierras
ancestrales, como derecho irrenunciable ante la usurpación
progresiva de hacendados ganaderos y la continua y reiterada
vulneración por parte de los empresarios madereros. La caravana
pedestre había partido de la capital Trinidad, a iniciativa de los
Originarios de ese Departamento; pero la problemática que la motivó
era tan común en las regiones rurales bolivianas que se sumaron
Collas
del gran altiplano paceño, Mosetenes
(también del Departamento La Paz y parientes de los Chimanes
del Beni), grupos Chiriguanos
organizados en la Asamblea del Pueblo Guaraní (Avas
del Departamento Sta. Cruz, Simbas
de los Departamentos Chuquisaca y Tarija), Chiquitanos
de
Lomerío
y Guarayus,
ambos del departamento cruceño y etnias del Chaco
boliviano: Guaraníes
del
Isoso,
Ayoreodes
y Matakos
o Weenhayeks
(llamados Wichi
al sur del Río Pilcomayo, Argentina).
Los
Originarios Benianos
Son
los Chimanes,
los Movimas,
los Yuracares,
los de las zonas de San Francisco y San Lorenzo del Beni, los
Sirionó.
A los primeros se los relaciona con San Ignacio de Moxos por su
cercanía con la localidad, relación que les valió el apodo de
ignacianos.
Aunque a similar distancia de la Capital departamental que San
Ignacio de Moxos, los indígenas de San Francisco y San Lorenzo se
relacionan históricamente con Trinidad del Beni, por lo que se los
identifica genéricamente como trinitarios.
Éstos, los ignacianos,
los Yuracares,
son habitantes rurales de la formidable formación boscosa nativa,
que se extiende por cientos de miles de hectáreas, tanto en el Beni
como en el Departamento Cochabamba; lo que ameritó que se protegiera
bajo jurisdicción de Parque Nacional. Siendo a la vez asiento
ancestral de comunidades originarias, la grandiosa masa forestal se
conoce como Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure
(TIPNIS), siendo los dos últimos nombres de sendos ríos de la
cuenca amazónica boliviana. A trinitarios,
ignacianos y
a los Movima se les atribuye ascendencia étnica Arawak (o Arawack):
un antiquísimo pueblo amerindio de Sudamérica, que se extendió
posteriormente hacia las Antillas del Mar Caribe. Los Sirionó
del Beni son de raíz guaraní.
La
Preocupación por el TIPNIS
En
el 2012 este Territorio Indígena (TIPNIS) se halla en conflicto por
dos fuertes presiones antagónicas: la gubernamental nacional, en
propósito de apertura de carretera trans-selvática y la
ambientalista de grupos ad
hoc,
con núcleo en Santa Cruz de la Sierra. Las diferencias entre ambas
condujo a violenta represión en 2011 de las segundas por parte de la
primera. En agosto de este año, el encono entre las fuerzas en pugna
condujo al Gobierno Nacional a ingresar tropas militares para
garantizar la consulta
previa e informada a
los habitantes Originarios; paralelamente, a nivel administrativo,
sancionó la ampliación del plazo consultivo, que vencía ese mes,
hasta fin de 2012.
Los
ambientalistas, que no pueden ingresar al TIPNIS, cuestionan esa
medida y denuncian que el Gobierno pretende manipular la decisión de
la consulta hacia el apoyo a la carretera. A la fecha de esta nota,
en la Plaza 24 de Noviembre (principal) de Sta. Cruz de la Sierra se
reunían firmas para postular a sus organizaciones al Premio Nobel de
la Paz 2013.
Diversidad
Faunística y Forestal
Al
perezoso, que suele llevarse desde el bosque nativo a jardines y
plazas del Oriente y de la Amazonia boliviana, se agregan como
elemento de la fauna silvestre, en este caso acuática, los delfines
fluviales,
tanto rosado
como blanco.
Por su albedrío en los ríos del Beni, están representados por
estatuas en la plaza central de Trinidad. No faltan serpientes
anacondas en los mismos cursos de agua. Los árboles de duras maderas
abundan en los frondosos bosques del Beni; además de los indígenas
lo supieron los españoles, que las emplearon en la carpintería
asombrosa de iglesias y galerías callejeras.
Trinidad
del Beni, agosto 2012
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