ONG MANBLAS

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6 ago 2014

MB 30 MISIONES JESUÍTICAS DEL PARAGUAY

MB 36-DRH
MANBLAS N°36-Documentos de Revisión Histórica

MISIONES JESUÍTICAS DEL PARAGUAY: 
SAN COSME Y SAN DAMIÁN
                                                                  
Pacho Nazar



Frente de la antigua Misión San Cosme y San Damián, Departamento Misiones, Paraguay (Foto P. Nazar)

Tal vez la extensa y prolongada labor de la Compañía de Jesús en América (1609-1767) haya tenido su mayor intensidad en la región, que actualmente pertenece a la Provincia de Misiones, Argentina y a los Departamentos Itapuá y Misiones, Paraguay. Instalada cuando todavía esas tierras eran administradas por el Virreinato del Perú, la Compañía fue expulsada del continente y de España antes de la creación del último Virreinato: el del Río de la Plata (1776). Una referencia sobre plaqueta de bronce en la Misión del título de esta Nota, Departamento Misiones del Paraguay, consigna que los Jesuitas la instalaron para proteger a los nativos de los cazadores de esclavos y de la explotación laboral por los terratenientes regionales. El sacerdote italiano Adriano FORMOSA la fundó en 1632 en territorio brasileño. Los jesuitas predicaron, también, en parte de lo que hoy son territorios del Uruguay, de Bolivia, de la Argentina y del Brasil, habiéndose creado treinta Misiones según aquel bronce. San Cosme y San Damián fue trasladada dos veces de su lugar original para eludir la agresión invasora de los bandeirantes del Brasil. En 1760 se asentó en su sitio actual, generando en los visitantes cierta admiración la imponente obra edilicia levantada en el corto lapso restante para la expulsión de la Orden religiosa: 1767.

Los Médicos Santos
Citando a WIKIPEDIA: la tradición oral relata que ambos hermanos ejercieron siempre su profesión, la medicina, sin cobrar a los enfermos (eran "anárgiros" o enemigos del dinero). Naturales de Arabia, uno de sus milagros más conocidos fue el trasplante de una pierna a un enfermo, la pierna de un criado negro muerto poco antes. Los gemelos (según algunas fuentes), vivían en Egeas, sobre la costa de la Bahía de Alejandreta, en Cilicia. Fueron encarcelados y torturados por Lisias, el gobernador de Cilicia con beneplácito del emperador romano Diocleciano, sobre el año 300 DC, pero sobreviviendo a todos los martirios, hasta que sus verdugos decidieron decapitarlos. Posteriormente quedaron sepultados en Cirrhus (Ciro), Siria, ciudad esta que llegó a ser el centro principal de su culto, donde se erigió asimismo una basílica en su honor. Posteriormente, su culto pasó a Roma y, más tarde, se propagó por toda la Iglesia Cristiana. Patronos de los niños, los cirujanos, los farmacéuticos, los médicos y los trabajadores de los balnearios, la espada de la que la tradición asegura ser la empleada en la decapitación de los mártires, conocida como Espada de San COSME y San DA MIÁN o Espada de Essen, fue originalmente un regalo al Rey Otón III, en torno al año 914 D C y hoy se encuentra expuesta, dentro de su funda recamada de oro, en la cámara del tesoro de la Catedral de Essen en Alemania. 

 El Primer Astrónomo del Nuevo Mundo 
Buenaventura SUÁREZ había nacido en Santa Fe de la Veracruz, posteriormente Santa Fe, Capital de la Provincia homónima de la República Argentina, en 1678. Ordenado sacerdote se radicó en esta Misión, distante algunos cientos de metros de la ribera derecha del Río Paraná. De sus costas colectaba las piedras de cuarzo que, pulidas adecuadamente en forma de lentes, insertaba en los extremos huecos de las cañas tacuara de la región y fabricaba los primeros telescopios del continente. Rudimentarios, propios de la tecnología del siglo XVIII, le permitieron relevar todo el hemisferio celeste visible desde esta Misión; confeccionando las primeras cartas y tablas astrales del Nuevo Mundo. Las previsiones de los estudios astronómicos del Padre SUÁREZ datan de 1740 y se proyectaron hacia el futuro, comprendiendo eclipses de sol y de luna a ocurrir hasta 1811; prolijamente tabulados y publicados. El tratado de astronomía más antiguo del continente, autoría del Padre SUÁREZ, manuscrito por supuesto, se encuentra en la Biblioteca
Nacional, sita en Buenos Aires. Cuatro ejemplares adicionales, igualmente manuscritos, se encuentran en Europa, Upsala y Lisboa entre otras Capitales. El observatorio astronómico era una sala de piso y paredes de piedra, al igual que el resto de la Misión y formando parte del conjunto edilicio. La cara interior de los muros del observatorio presentan estantes geométricamente cavados en la piedra, donde el Padre acomodaba sus libros; constituyendo su biblioteca, la que preservaba perfectamente aquel precoz material científico de las inclemencias meteorológicas, que inevitablemente azotaban la sala ya que carecía de techo para permitir la observación de la bóveda celeste con los auto-fabricados telescopios. El primer astrónomo americano falleció en la Misión de Santa María en 1750.

Post Compañía de Jesús
El Virrey del Río de la Plata, Santiago de Liniers, informaba en 1804 que en la Misión (de San Cosme y San Damián), el Colegio, al igual que la Iglesia, se encuentran en buen estado. Las habitaciones de los naturales, en número de más de mil almas, forman una doble cuadra de casas en torno a la plaza y están separadas por calles espaciosas. En la actualidad, un planetario de tecnología contemporánea rememora la proeza científica del Sacerdote Buenaventura SUÁREZ e informa a los visitantes la conformación del cielo nocturno desde la localidad, citando los nombres indígenas de las constelaciones estelares, ya asignados por los Originarios
Guaraníes. Al igual que otros Originarios del Hemisferio Sur americano, los lugareños celebraban el solsticio de invierno como inicio de un renovado ciclo de la naturaleza, mediante fogatas.  
                                                                                Coronel Bogado, septiembre 2012

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