MB 36-DRH
MANBLAS N°36-Documentos de Revisión Histórica
MANBLAS N°36-Documentos de Revisión Histórica
MISIONES JESUÍTICAS DEL PARAGUAY:
SAN COSME Y SAN DAMIÁN
Pacho Nazar
Frente de la antigua Misión San Cosme y San Damián, Departamento Misiones, Paraguay (Foto P. Nazar)
Tal vez la extensa y
prolongada labor de la Compañía de Jesús en América (1609-1767) haya tenido su
mayor intensidad en la región, que actualmente pertenece a la Provincia de
Misiones, Argentina y a los Departamentos Itapuá y Misiones, Paraguay. Instalada
cuando todavía esas tierras eran administradas por el Virreinato del Perú, la
Compañía fue expulsada del continente y de España antes de la creación del
último Virreinato: el del Río de la Plata (1776). Una referencia sobre plaqueta
de bronce en la Misión del título de esta Nota, Departamento Misiones del
Paraguay, consigna que los Jesuitas la instalaron para proteger a los nativos
de los cazadores de esclavos y de la explotación laboral por los terratenientes
regionales. El sacerdote italiano Adriano FORMOSA la fundó en 1632 en
territorio brasileño. Los jesuitas predicaron, también, en parte de lo que hoy
son territorios del Uruguay, de Bolivia, de la Argentina y del Brasil,
habiéndose creado treinta Misiones según aquel bronce. San Cosme y San Damián
fue trasladada dos veces de su lugar original para eludir la agresión invasora
de los bandeirantes del Brasil. En 1760 se asentó en su sitio actual, generando
en los visitantes cierta admiración la imponente obra edilicia levantada en el
corto lapso restante para la expulsión de la Orden religiosa: 1767.
Los Médicos Santos
Citando a WIKIPEDIA:
la tradición oral relata que ambos hermanos ejercieron siempre su profesión, la
medicina, sin cobrar a los enfermos (eran "anárgiros" o enemigos del
dinero). Naturales de Arabia, uno de sus milagros más conocidos fue el trasplante
de una pierna a un enfermo, la pierna de un criado negro muerto poco antes. Los
gemelos (según algunas fuentes), vivían en Egeas, sobre la costa de la Bahía de
Alejandreta, en Cilicia. Fueron encarcelados y torturados por Lisias, el
gobernador de Cilicia con beneplácito del emperador romano Diocleciano, sobre
el año 300 DC, pero sobreviviendo a todos los martirios, hasta que sus verdugos
decidieron decapitarlos. Posteriormente quedaron sepultados en Cirrhus (Ciro),
Siria, ciudad esta que llegó a ser el centro principal de su culto, donde se
erigió asimismo una basílica en su honor. Posteriormente, su culto pasó a Roma
y, más tarde, se propagó por toda la Iglesia Cristiana. Patronos de los niños,
los cirujanos, los farmacéuticos, los médicos y los trabajadores de los
balnearios, la espada de la que la tradición asegura ser la empleada en la
decapitación de los mártires, conocida como Espada de San COSME y San DA MIÁN o
Espada de Essen, fue originalmente un regalo al Rey Otón III, en torno al año
914 D C y hoy se encuentra expuesta, dentro de su funda recamada de oro, en la
cámara del tesoro de la Catedral de Essen en Alemania.
El Primer Astrónomo del Nuevo Mundo
Buenaventura SUÁREZ
había nacido en Santa Fe de la Veracruz, posteriormente Santa Fe, Capital de la
Provincia homónima de la República Argentina, en 1678. Ordenado sacerdote se
radicó en esta Misión, distante algunos cientos de metros de la ribera derecha
del Río Paraná. De sus costas colectaba las piedras de cuarzo que, pulidas
adecuadamente en forma de lentes, insertaba en los extremos huecos de las cañas
tacuara de la región y fabricaba los primeros telescopios del continente.
Rudimentarios, propios de la tecnología del siglo XVIII, le permitieron relevar
todo el hemisferio celeste visible desde esta Misión; confeccionando las
primeras cartas y tablas astrales del Nuevo Mundo. Las previsiones de los
estudios astronómicos del Padre SUÁREZ datan de 1740 y se proyectaron hacia el
futuro, comprendiendo eclipses de sol y de luna a ocurrir hasta 1811; prolijamente
tabulados y publicados. El tratado de astronomía más antiguo del continente,
autoría del Padre SUÁREZ, manuscrito por supuesto, se encuentra en la
Biblioteca
Nacional, sita en
Buenos Aires. Cuatro ejemplares adicionales, igualmente manuscritos, se encuentran
en Europa, Upsala y Lisboa entre otras Capitales. El observatorio astronómico
era una sala de piso y paredes de piedra, al igual que el resto de la Misión y
formando parte del conjunto edilicio. La cara interior de los muros del
observatorio presentan estantes geométricamente cavados en la piedra, donde el
Padre acomodaba sus libros; constituyendo su biblioteca, la que preservaba
perfectamente aquel precoz material científico de las inclemencias meteorológicas, que inevitablemente
azotaban la sala ya que carecía de techo para permitir la observación de la
bóveda celeste con los auto-fabricados telescopios. El primer astrónomo
americano falleció en la Misión de Santa María en 1750.
Post Compañía de Jesús
El Virrey del Río de
la Plata, Santiago de Liniers, informaba en 1804 que en la Misión (de San Cosme
y San Damián), el Colegio, al igual que la Iglesia, se encuentran en buen
estado. Las habitaciones de los naturales, en número de más de mil almas,
forman una doble cuadra de casas en torno a la plaza y están separadas por
calles espaciosas. En la actualidad, un planetario de tecnología contemporánea
rememora la proeza científica del Sacerdote Buenaventura SUÁREZ e informa a los
visitantes la conformación del cielo nocturno desde la localidad, citando los
nombres indígenas de las constelaciones estelares, ya asignados por los
Originarios
Guaraníes. Al igual
que otros Originarios del Hemisferio Sur americano, los lugareños celebraban el
solsticio de invierno como inicio de un renovado ciclo de la naturaleza,
mediante fogatas.
Coronel Bogado, septiembre 2012
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