MB Nº 23-DRH
MANBLAS Nº 23-Documentos de Revisión Histórica
MILITARES
EMANCIPADORES EN EL ALTO PERÚ
Pacho
Nazar1
La
primera insurrección popular anti-imperialista de Sudamérica,
exactamente un año antes de la Revolución de Mayo, fue el Grito
de Chuquisaca
(Sucre), Alto Perú del Virreinato del Río de la Plata. Liderada por
Manuel ZUDÁÑEZ, se mantuvo siete meses, bajo el régimen colonial,
controlando la Audiencia local y designó al español José Antonio
Álvarez de ARENALES Jefe Militar. Éste, al igual que otros
europeos, el irlandés Alte. Guillermo BROWN y el español Blas
PARERA, antepuso la causa de la liberación americana a su origen
foráneo. Entonces fue oficial del Gral. BELGRANO en el Ejército del
Norte (Ejército del Alto Perú o Segundo Ejército Auxiliar), a la
par de Ignacio WARNES. Ambos protagonizaron el triunfo de La
Florida,
en el oriente alto-peruano, precisamente a cuatro años de la
instalación de la Primera Junta en Buenos Aires. Una calle céntrica
porteña, la tradicional Florida, homenajea a aquella victoria
trascendente. Ignacio WARNES tiene su bronce a caballo en el centro
de la Plaza principal 24 de Septiembre de Santa Cruz de la Sierra,
donde dejó sus restos mortales. ARENALES prosiguió como oficial del
Gral. SAN MARTÍN en la Campaña del Perú.
El
Ejército Auxiliar
Fue
la primera expedición revolucionaria del gobierno, nacido el 25 de
mayo de 1810, a la región más comprometida por los realistas de
aquellas Provincias Unidas del Sud: el Alto Perú (desde el 6 de
agosto de 1825: Bolivia). Al mando, inicialmente, de ORTIZ DE OCAMPO,
tras las dubitaciones en la Provincia de Córdoba para cumplir la
orden de la Primera Junta, emanada de su Secretario Mariano MORENO,
de ejecutar a Santiago de LINIERS en el Paraje Cabeza de Tigre, fue
conducida posteriormente por Antonio González BALCARCE. Integraban
también la cúpula del Ejército Auxiliar el Vocal de la Primera
Junta de Gobierno Juan José CASTELLI y Bernardo de MONTEAGUDO, líder
de la Sociedad Patriótica. Hicieron sus primeras armas emancipadoras
el Cnel. Juan José VIAMONTE, el Cnel. Eustaquio DIAZ VELEZ y el My.
Luciano MONTES DE OCA.
Suipacha:
la Revolución Avanza
Martín
Miguel de GÚEMES inauguró el 6 de noviembre de 1810, en la Batalla
de Suipacha,
Alto Perú, su carrera militar. En esa instancia, al servicio del
Ejército Auxiliar. Compañero de armas de aquel triunfo fue el
Alcalde insurrecto de Tarija: Mariano Antonio de ECHAZÚ, quien se
erigió en 1811 autoridad emancipada sin nombramiento de la Primera
Junta. Allí también estrenaban sables Manuel DORREGO, Carlos
FOREST, Gregorio PERDRIEL, Luciano MONTES DE OCA, Martín de
PUEYRREDÓN, años después Director Supremo: máxima autoridad de la
incipiente Nación. Una vetusta carreta, casi olvidada en una calle
céntrica de la boliviana Villazón, fronteriza con La Quiaca,
permanece cual pieza de museo a la intemperie: una plaqueta, gastada
más por la indiferencia popular que por el paso del tiempo, recuerda
su participación en la Batalla de Suipacha. Más destacado que aquel
recordatorio callejero es el mural pintado en la Estación Suipacha
de la línea férrea Villazón-Oruro, que celebra el Bicentenario de
aquel triunfo patriota. Tras Suipacha, la figura de GÜEMES decayó
por las prevenciones de las oligarquías nativas hacia los populares
gauchos bravíos. A partir de enero de 1814 el Director Supremo de
las Provincias Unidas del Sud, José Gervasio POSADAS, designó a SAN
MARTÍN Gral. en Gral.Jefe del Ejército del Alto Perú, quien
restauró a GÜEMES, encargándole junto a ARENALES el mantenimiento
de las guerrillas para contención de los godos en sus pretensiones
hacia el Río de la Plata.
Las
Traiciones Comenzaron Temprano
El
Tercer Ejército Auxiliar, también destinado a la problemática
región del Alto Perú, estuvo comandado por RONDEAU, quien demostró
su incapacidad militar para superar a los realistas en terrenos, que
dominaban fácilmente los indígenas y mestizos, consagrados como
“Gauchos de Güemes”. Sin éstos, el Tercer Ejército fue
derrotado en los combates de Venta y Media y Sipe Sipe, ambos en
1815. Buenos Aires envió refuerzos a RONDEAU, pero éste, en lugar
de cargar contra el ejército realista, se
lanzó de improviso contra Salta.
Las tropas porteñas fueron derrotadas contundentemente por las
experimentadas montoneras salteñas en 1816. El
mismo tarijeño victorioso de Suipacha, Mariano Antonio de ECHAZÚ,
conspiró
años después con cipayos
de la oligarquía salteña
para el asesinato
de Martín Miguel de GÜEMES
el 17 de junio de 1821. Su firma en el Acta del Cabildo de Salta, que
ofrece la gobernación provincial al jefe realista (Olañeta),
asesino del gaucho patriota, documenta la traición. Un traidor
pro-británico,
muy superior en deslealtades a ECHAZÚ, Bernardino RIVADAVIA,
Ministro por entonces del Gobernador de las Provincias Unidas del Sud
Martín RODRIGUEZ, expidió por artículo publicado en La
Gazeta de Buenos Aires en
1821
su
más sincera repulsión por la causa libertadora de América: Murió
el abominable
GÚEMES...(
)... Ya tenemos un cacique menos.
FUENTES
DOCUMENTALES
O'DONNELL,
P.; 2008. caudillos Federales, El Grito del Interior. Grupo Editorial
Norma. Buenos Aires.
TRIGO
O'CONNOR D'ARLACH, E.; 2009. Tarija en la Independencia del
Virreinato del Río de la Plata. Ed. Plural. La Paz.
1 En
gira sudamericana 2012.
Todos los derechos reservados. El presente Documento puede reproducirse total o parcialmente citando la fuente bibliográfica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario